Texto propio

Cinco centímetros por segundo

<<Es a cinco centímetros por segundo la velocidad a la que caen los pétalos de cerezo>>

Si ahora lo pienso, me doy cuenta que durante prácticamente toda mi adolescencia he intentado salvar algo insalvable. Cuando Óscar se fue a estudiar a Madrid, ambos intentábamos mantener nuestra amistad ya sea con Skype, WhatsApp… Pero cada vez que lo hacíamos, la distancia que nos separaba se hacia cada vez más grande hasta hacerse una brecha intraspasable entre los dos...

¿Cuando empecé a escribir mensajes que nunca envié?

Realmente sólo quería que todo volviera a ser como cuando íbamos al instituto, echaba de menos tener alguien con quién volver a casa, o a quien contarle mis tonterías.

Y un año después de irse, el día llegó, la última vez que le vería… Recuerdo que ocurrió unos días después de semana Santa. Acordamos en que iría a verle por esas fechas, pero obviamente, tenía que estar con mi familia, y por eso no pude ir a verle antes. Pero la noche antes de partir, no pude dormir. Sentía que no quería hacer ese viaje porque tenía el presentimiento de que algo iba a pasar, el problema era que no sabía el qué.

Me levanté a las 10 de la mañana para llegar a tiempo a la estación de Sants de Barcelona. Nada más subir al AVE, le mandé un wasap a Óscar diciéndole que iba de camino a Madrid. Y sin darme cuenta mientras miraba por la ventana del tren , me dormí sin pensarlo.

Nada más llegar, vi que había una persona extremadamente familiar que me estaba esperando en aquella estación de tren. No me podía creer que hubiera estado esperando allí a que yo llegara, principalmente porque le dije que cogeria un taxi hacia la dirección que me indicó antes de llegar a Madrid.

Óscar me recibió con un abrazo y dos besos, y mientras cogíamos un taxi me explicaba cómo le iba la vida en la universidad en la que estaba estudiando, la Universidad Complutense de Madrid a estudiar Publicidad y Relaciones Públicas.

Cuando acabamos el instituto, consiguió una beca y ni siquiera se lo pensó cuando se fue a Madrid para estudiar, a pesar de que a su madre no le hacía demasiada gracia que su hijo se fuera él solo a un sitio que no conocía, pero al final consiguió convencer a su madre de que le dejara irse aquí, a Madrid.

Desgraciadamente, yo no tuve tanta suerte, pero tampoco me quejo, al fin y al cabo, estoy en la Pompeu Fabra de Barcelona estudiando ADE, y estoy encantada.

Después de llegar a su piso y de dejar mi equipaje, me dijo que fuéramos a dar una vuelta por callao y que después tomaramos un café en el Starbucks de Callao. La verdad es que solo tardamos unos 20 minutos en llegar, aunque es verdad que cogimos el metro para llegar.

Pasaron las horas y cada uno iba contando anécdotas sobre la universidad, sobre su vida personal… Por un momento, sentí como si el tiempo se hubiese detenido y ambos pudiéramos hablar como si no hubiera un mañana. Y no me gustaba, me encantaba. Todo era como antes. Pero no quería que eso solo durara horas o un par de días. Quería que durar siempre. No quería perder a alguien a quien le tenía tanto aprecio, o mejor dicho, a alguien a quien quería de verdad.

Y mientras que él me hablaba sobre sus compañeros de clase, yo pensaba en eso.

Fue entonces cuando me di  cuenta de que aquello ya no era lo mismo, que ninguno de los dos se sentía cómodo con la compañía del otro como en los “viejos tiempos”...

Cuando abandonamos la plaza de Callao y volvimos a la estación de tren ya era de noche a pesar de que solo eran las 20:39h.

Entonces, recuerdo que mientras entraba en la estación, sentía como si fuera a desmayarme allí mismo por la tristeza que me invadía el cuerpo.

Después de oír el último aviso de la megafonía para el tren dirección Barcelona, recuerdo que Óscar y yo estuvimos abrazados durante al menos dos o tres minutos.

Creo que ambos sabíamos que aquello ya estaba muerto, que nuestra amistad era insalvable. Pero lo que más me dolió y me duele, es que no le dije que quería estar con él. Empezar una relación seria como pareja. Seguramente fue porque no quería empeorar más las cosas, pero si soy sincera, me arrepiento de todo corazón de lo que hice…

Bueno, sé que este no es el tipo de contenido que suelo subir al blog, pero tenía ganas de compartir con vosotros algo que podríamos decir que es "pasión". Y es escribir, llevo desde 1º de la ESO con la sensación de que me encanta escribir, y por eso suelo participar en concursos de escritura o me encanta hacer las redacciones que nos mandan en clase. O simplemente, voy a Wattpad y escribo lo que me gusta.

Espero que os guste este pequeño texto que he escrito, aunque la verdad no es que sea perfecto, pero bueno, nadie es perfecto. ¿Verdad?

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